"Chance favors the prepared mind"
– Louis Pasteur

miércoles, 16 de octubre de 2013

Religión

La fe es una cualidad muy bonita. Es una herramienta para luchar contra aquello que nos tormenta como seres humanos: la soledad, el miedo, la muerte. También es algo admirable, aunque con un toque de ingenuidad. No es fácil creer en algo cuando hay tanta evidencia en contra y tan poca a favor. Hay que tener convicción.

La herramienta de un hombre es el arma de otro, y la fe y el miedo han sido usados como armas por el culto organizado. La religión lleva milenios lucrando, asesinando, evadiendo la ley y cometiendo otros pecados aún más abominables, protegidas por ese halo divino y su millar de creyentes, que muchas veces prefieren mirar para otro lado que hacer una justa crítica de una organización que hace decir "holier-than-thou". 

Era muy pequeño cuando comencé a dudar sobre la existencia de uno o varios dioses y más aún sobre la divinidad de la iglesia y sus miembros. Mi familia era católica, íbamos a misa los domingos, nos pusieron a mi y a mi hermana en un colegio católico, nos enseñaron a rezar y leer la biblia. Yo me creía el cuento, y cuando hice la primera comunión se sintió como un paso importante. A medida que aprendía de la religión, más dudaba (y ese es un fenómeno que se ha mantenido hasta hoy, con todas las religiones que he estudiado). La biblia es un libro genial. Pero mientras más la leía más la veja como el cuento del lobo. Sus contradicciones fueron obvias para mi siendo tan solo un escolar. ¿Como es posible que un dios del que se dice es benevolente y justo haya sido en el pasado un ser vengativo, autoritario y castigador (bordeando en lo maníaco)? ¿Es el mismo de hoy en día? ¿Maduró con los siglos? Porque pucha que es distinto el dios del viejo y el nuevo testamento, y pucha que se parece a un sin fin de otros dioses. El primero es como un niño con una lupa (el mundo es la granja de hormigas). En cuarto medio terminé siendo el único de mi curso que no se confirmó (y fue una lata porque las reuniones como de "catequesis" eran igual entretes y las misiones en los veranos eran como viajes de estudio, puro hueveo).

"Pero es lo que sale en la biblia son metáforas". No señor, es ciencia ficción.

Soy y creo que siempre seré un ser lógico. En la superficie, por lo menos, asumiendo que nuestro subconsciente es en extremo irracional y predipuesto a sesgos. No puedo creer en algo cuyas bases son tan débiles y contradictorias. "Pero muéstrame una razón convincente que explique que dios NO existe". Señor, la ausencia de evidencia no es evidencia de NADA. Si no estaríamos hasta las pailas con la fila de dragones, hadas, hobbits y el chupacabras. Como civilización, creo que es hora de empezar a alejarnos de la religión, y movernos hacia formas de pensamiento más puras y libres. Está demás que la religión ha hecho un sin fin de cosas buenas, y la fe, como ya dije, ayuda a la persona común a superar el día a día. "La religión es el opio del pueblo" (Karl Marx). Pero ¿es en estricto rigor necesaria? ¿Podríamos buscar otras formas de encontrar la plenitud espiritual? Yo creo que si. Me gustaría ver un estudio que compare la tasa de homicidios y otros crímenes entre laicos y feligreses. Estoy seguro que el resultado sorprendería a más de uno. 

Es tiempo de evoluciona y en cierto modo veo que esto sucede. En el mundo occidental, donde el catolicismo ha reinado por un largo, largo, laaaaaaargo tiempo, la religión cada día tiene menos peso en nuestras vidas y menos voz en la sociedad. O por lo menos está en nuestras manos decidir ese peso. Ya nadie nos lo impone. Ya no persiguen a los libres pensadores, ni ahogan o queman vivas a las mujeres innovadoras (y si se pone a buscar, se dará cuenta que estas cosas sucedieron mucho después de haber logrado una sociedad civilizada con sistema de leyes y fuerzas dedicadas a su cumplimiento). Michiu Kaku explica muy asertivamente como estamos pronto a evolucionar en la escala de las civilizaciones. A convertirse en una sola, dejando un poco de lado las fronteras y las diferencias culturales y étnicas. Este es un paso necesario para llegar a las sociedades interplanetarias o futuristas, algo que él (y yo le creo) ve muy posible. Pero hoy en día, la principal fuerza que se mueve en contra de esta evolución es la religión. Y no le queda otra, porque la religión se basa (y siempre lo ha hecho) en la desinformación. En que uno sepa y crea solo lo que ellos quieren que sepas y creas. Porque sabe que si uno tiene todos los hechos, la probabilidad de que la fe se mantenga intacta es muy pequeña.

Yo no quiero un mundo de tecnología. No quiero un Brave New World. Soy ateo a más no poder y me siento muy en contacto con mi lado "espiritual", pero hago este vínculo a través del arte, la música, las imágenes mágicas (evitando usar la palabra "divinas") que la tecnología nos ha dado del micro y macrocosmos. Yo creo tener fe y mucha. Fe en nuestra capacidad de superar estos cuentos infantiles llenos de odio y sangre. Fe en el amor, en la amistad, y en el potencial que tienen estas cualidades. El cuento del señor barbudo que está demasiado interesado en todo lo que hago (especialmente en el ámbito sexual, porque pucha que a los curas les gusta el tema), esperando a que tropiece para amenazarme con cuentos de cavernas ígneas y purgatorios, ¿la verdad? ME SOBRA.

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